Podemos deducir que los productos ecológicos son más sanos que los convencionales; pero, ¿sabemos realmente en lo que se basa la agricultura ecológica?
Siempre he tenido la sensación de que decidía comprar productos ecológicos por el simple hecho de que su propio nombre ya designaba algo bueno y sano, pero nunca había dedicado tiempo a mirar de qué trataba exactamente.
En esta entrada podréis conocer algunas de las características de este tipo de producción biológica, que nosotros pudimos conocer gracias a las visitas de "Benvinguts a pagès" y del "Tast Tiana" del pasado fin de semana.
La Unión Europea define la agricultura ecológica como "una manera de producir alimentos que respeta los ciclos naturales, minimiza el impacto humano en el medio ambiente y utiliza las técnicas más naturales posibles"
Para conseguir respetar los ciclos naturales, la producción ecológica potencia los productos de temporada, la biodiversidad de cultivos y el descanso de la tierra después de recoger la cosecha.
Pero... ¿Qué es lo primero que nos viene a la cabeza cuando nos preguntan por agricultura ecológica?
Seguramente lo que tenemos más presente es que no se utilizan productos químicos de síntesis como fertilizantes, plaguicidas o antibióticos. Este tipo de químicos van totalmente en contra de la filosofía eco ya que contribuyen a la degeneración del suelo y del ecosistema agrícola. Por tanto, la agricultura ecológica intenta siempre preservar el medio ambiente mediante técnicas respetuosas.
En el Hort d'en Pau aprendimos alguna de las técnicas que ellos utilizan para el control de plagas como son los márgenes florales. El hecho de tener plantas florales al lado de los cultivos, como por ejemplo la caléndula, potencia que los insectos prefieran las flores antes que nuestros cultivos. Además, las larvas que esos insectos dejan en las plantas luego se trasladan a nuestros cultivos para luchar contra las plagas como el pulgón. Solo observando una hoja, pudimos ver hasta tres tipos diferentes de larva que se comen a esta plaga.
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| caléndula |
Otra de las características de este tipo de producción agrícola son los canales cortos, es decir, el mantener el fruto en la planta lo máximo posible hasta que madure para que de esa forma mantenga todas la propiedades nutricionales y todo su sabor.
¿Cuántas veces hemos comprado tomates bonitos en un supermercado y al probarlos hemos dicho "no saben a nada"?
Eso es porque se recogen cuando aún están verdes y luego se maduran en cámaras hasta que están listos para vender. En ese caso, los tomates no han podido coger todos los nutrientes de la tierra durante el proceso de maduración y se quedan sin sabor. Además, en ese canal corto se establece una relación directa entre productor y consumidor lo que favorece el diálogo, las preguntas y las inquietudes.
¡¿Qué hay mejor que conocer el origen de los que comemos?!
Por último, una de las características importantes de la agricultura ecológica es prescindir de los productos transgénicos, que son aquellos modificados genéticamente. Por contra, se intentan recuperar variedades antiguas y tradicionales para conseguir que se multiplique su cultivo. Cada productor ecológico intenta potenciar las variedades autóctonas de su territorio que se adaptan perfectamente al suelo y a la climatología de la zona.
En Red de Semillas podéis tener más información sobre el intercambio y venta de semillas producidas por agricultores locales de todo el territorio español. A nivel catalán, podéis visitar Les Refardes.
Como podéis comprobar la producción ecológica es una forma de vida, de establecer una relación con el medio ambiente y preservar sus ecosistemas, de mantener las tradiciones y los ciclos de la vida. En eso se basa también el ecoturismo.
¡Anímate a probar los productos ecológicos!
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